Entrevistamos a Laura Escanes: su maternidad, su relación con Risto y su soltería

©Javier Alonso

—Ya que estamos en los Laureus, ¿querías ser deportista de pequeña? ¿O qué deporte te gustaba?

—De pequeña, nadé muchísimos años. Competía en el Club Natación Sabadell y me encantaba. Lo dejé cuando tenía 12 o 13, pero estuve unos seis años compitiendo. Fui al Campeonato de Cataluña y todo. Sí, sí. Lo disfrutaba muchísimo, pero llegó un punto en el que tenía que cambiar hacia algo más profesional.

—¿Tomárselo en serio y hacer sacrificios?

—Exacto. Y mis padres ya estaban de la natación, pobrecitos míos… (ríe) . Creo que todos los padres, cuando los niños empiezan con deportes, hacen un gran sacrificio… Todos los sábados tenía competiciones y era un poco un poco caos. La vida te va poniendo otras cosas en el camino y empecé a bailar, hacer vóley… Pero siempre he tenido el deporte muy presente y me gusta mucho.

—¿Tienes algún ídolo con el que te apetezca conocer o coincidir esta noche?

—Más que conocer, me apetece coincidir con Marc Márquez y Gemma, porque ya son familia prácticamente. Marc es maravilloso. Desde fuera, muchas veces tendemos a pensar que estos deportistas son tan importantes que como que…

—¿Qué piensas que son inaccesibles?

—Totalmente. Luego, es tan bonito conocerlos… De verdad.

—Qué curioso que Gemma fuese tu compañera de universidad.

—Sí, tal cual. Me alegro mogollón de todo. Ojalá este año a Marc le vaya muy bien también, creo que estamos ahí.

—Se acerca el Día de la madre. ¿Cómo te ves en esta faceta?

—Yo soy la mejor madre del mundo (ríe). Y la única que va a tener Roma. Estoy muy feliz. La verdad que hace ya cuatro años que soy madre, que se dice pronto, y estoy disfrutando mucho la maternidad. Ahora estamos en un momento en el que aprovechamos para hacer muchas cosas juntas, para viajar, y esa parte me gusta mucho.

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—Sé que siempre te preguntan por amor. Pero, ¿cómo te encuentras tú?

—Estoy muy tranquila, la verdad.

—No sé si tienes ganas porque se ha rumoreado que podría haber algo.

—Se han rumoreado muchas cosas, pero estoy en un momento en el que estoy enfocada en mí, sobre todo. Hacía mucho tiempo que no era así. De hecho, nunca había pasado una etapa de soltera así. En el momento que empecé con novio, he estado casi siempre en pareja. Soy una enamoradiza y me encanta el amor. Entonces, ahora estoy tan centrada en el trabajo y en todos los proyectos nuevos que tengo, que lo estoy disfrutando mucho y de verdad. Tengo muchos planes, muchos viajes…

—Suena como si volvieras a ser una quinceañera. 

—No (ríe). Tampoco tanto, porque tengo mi estabilidad, que es mi hija, y tengo el equilibrio perfecto. Pero estoy centrada mucho en mí, en las cosas que me apetecen a mí. Ahora mismo, [el amor] no está en la cabeza.

—Eres una de las pocas influencers importantes que no muestran a sus hijos en redes. ¿Te ha costado tomar esta postura?

—En eso tengo mucho que agradecerle a Risto. Él lo había hecho así con su mayor hijo, desde siempre. Cuando me contó cómo lo hacía, me pareció la mejor manera. He intentado llevarlo de una manera muy natural, porque no escondo a mi hija. Todo el mundo sabe que tengo una, pero no voy a exponerla. De hecho, hasta me siento culpable a veces por haber enseñado más de mi hija. Nunca se le ha visto la cara, pero me refiero a explicar mucho mi experiencia como madre. A veces, pienso si es mejor haberme cortado.

—Pero has hablado más de tu experiencia como madre que de tu hija.

—Imagínate si ya tengo esa culpa a veces… Pero me alegra tanto cuando de repente tengo mensajes: “¿Y de tu hija?”. Ahí pienso qué bien que no la estén viendo.

—¿Cuál es la clave para que te lleves tan bien con Risto?

—Tener en foco a nuestra hija. A lo mejor, si no tuviéramos una hija, nos llevaríamos a matar. O no. Pero sé que él quiere lo mejor para nuestra hija y él sabe que yo quiero lo mejor para ella.

—Pero esa idea puede alterarse cuando uno de los dos rehace su vida y tiene pareja, como es el caso de Risto.

—Eso se complicaría, si la pareja que tengo yo o la que tiene él no viera que su prioridad es Roma. Ahí sí se complican las cosas. Pero, cuando tienes el foco de que el bienestar de tu hija es lo más importante, todo va a fluir.

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—¿Cómo ves a tu hija? ¿Ves que va a dar que hablar? ¿Tiene madera?

—Estas cosas las está viendo en casa mientras crece. Entonces, si su padre se dedica a la comunicación y su madre también, es algo supernatural para ella. Entonces, tiene ese arte y le encanta (ríe).

—Hablemos de proyectos. 

—Estreno ahora la nueva temporada de podcast, que es ya la cuarta temporada… Cuarta ya, se dice pronto. La verdad, estoy súper contenta. Que cuenten conmigo un año más es lo que da el subidón de que lo estamos haciendo bien y que el proyecto funciona.

—¿No te da la sensación de que ahora hay demasiados podcasts, que todo el mundo quiere tener uno?

—Creo que estuve en el momento perfecto, porque nos ha ido muy bien. La gente está muy contenta. Es verdad que hay muchos, pero también que hay muchas historias que contar.

—Últimamente, has probado muchas cosas. El último gran reto fue presentar las Campanadas en TVE. ¿Qué es lo siguiente? ¿O qué es lo que te apetece hacer?

—Ahora también nos vamos a hacer la segunda temporada de La Travessa, el programa de TV3. Estoy muy contenta.

—¿Te atreverías a probar como actriz?

—Eso ya me da más miedo.

—Bueno, mira a Dulceida, que acaba de estrenar película.

—Tendría que prepararme, pero… Mmm. Bueno… De repente, mocatriz (ríe).