Además de este lugar que atrae a amantes de la arquitectura y de los eventos de lujo, Begur es un pueblo con muchos otros atractivos, pues posee patrimonio histórico, unos preciosos caminos de ronda que bordean su litoral y algunas de las mejores calas de Europa. Sí se puede visitar en un día, lo que duró la breve visita de Victoria Beckham, pero mejor dedicarle unas vacaciones. El casco antiguo es pequeño, relajado y discreto y parece detenido en el Medievo. Apenas unas pocas calles sinuosas y un puñado de casas abigarradas, en las alturas están los restos de su castillo medieval, que regala las mejores vistas de ese paisaje sublime al que el escritor, periodista y viajero Josep Pla dedicó miles de páginas y que combina “tierra y mar, bravura y delicadeza, geología y sensibilidad”.
Pueblos medievales de Cataluña que parecen decorados de otra época