No es la única actividad que podemos hacer allí, que con sus 20.000 habitantes (apenas llega) es la segunda ciudad más poblada de Islandia y tiene una amplia oferta cultural y gastronómica. Junto con las ballenas, otro de sus símbolos es la enorme catedral luterana que en su interior guarda unas bellas vidrieras y que se sitúa sobre una colina desde donde se obtiene una buena panorámica. También se visita el jardín botánico de la localidad, un agradable lugar para dar un paseo.
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Para conocer la cara más cultural hay varios museos, como el de la Industria, el del Juguete, el de la Motocicleta (motorhjolasafn.is) o el más conocido, el Museo de Arte de Akureyri (listak.is/en), aunque el arte en esta ciudad se aprecia también en el exterior, solo paseando por sus calles. Es interesante pasar por el Centro Cultural Hof (mak.is), un edifico circular inspirado en las columnas basálticas islandesas, donde se realizan numerosos eventos, exposiciones y conciertos. Tampoco es el único lugar para asistir a un concierto, hay varios clubes que ofrecen múscia en directo -Akureyri es una ciudad universitaria, algo que se nota en el ambiente- como The Green Hat (graenihatturinn.is), uno de los más importantes del país en el que actúan artistas nacionales e internacionales.